Grupo qagencia. Cargando web...
PRODUCTO MÍNIMO VIABLE

20, Jun 2018 | Consultoría de Marketing

El PMV ( o MVP – Minimal Viable Product) o Producto Mínimo Viable es una de las bases fundamentales de la Metodología Lean. Pero vamos a intentar hablar en cristiano en esta entrada para que, seas más o menos conocedor de este mundo, puedas comprender muy bien qué es y como puedes utilizar esto en tu negocio.

La metodología Lean es la base de lo que se conoce como «Lean Startup», definido como: «metodología para desarrollar negocios y productos que se centra en acortar los ciclos de desarrollo de los mismos adoptando una combinación de experimentación impulsada por hipótesis para medir el progreso, lanzamientos de productos para ganar valiosa retroalimentación de los clientes y aprendizaje validado para medir cuánto se ha aprendido.»

Todo esto en cristiano significa que las Lean Startups o la metodología Lean se basa en probar una idea de negocio lanzada en base a un Producto Mínimo Viable y del cual trataremos de obtener retroalimentación o feedback de los clientes con el fin de obtener datos tan importantes como si les gusta o no, si estarían dispuestos a recomendarlo o incluso a pagar más por el o menos. Pero no solo eso, también datos de usabilidad o mejoras que lleven a desarrollar aun más el producto y afinarlo para que funcione mejor en el mercado.

Esto se puede utilizar para empresas o ideas de negocio que arrancan con esta filosofía o en empresas ya asentadas a la hora de lanzar nuevos productos al mercado.

El valor que ofrece este sistema es, sobre todo, la de reducir riesgos. Pues estas acciones no se llevan a cabo en masa contra el mercado sino con pequeños núcleos de clientes lo que permite evitar grandes inversiones y con ellas el riesgo de grandes fiascos como los que comentamos en la publicación «¿Se puede conseguir el éxito sin fracaso?» en el que os hablábamos de varios grandes fiascos de marcas que todos conocemos.

Pero esta metodología va mucho más allá. Seas una gran o pequeña empresa o incluso si eres una persona de a pié con una idea en la cabeza esto te puede ayudar, ya que también ayuda esta metodología en todo lo concerniente a financiación.

La metodología tradicional es montar un negocio o lanzar un producto después de largo tiempo de desarrollo y tests de tal manera que se lanza al mercado cuando está tal y como debe ser en su fase final. Esto requiere de mucho dinero para estudio, desarrollo de prototipos, fabricación, promoción y en la última fase, validación de datos. Esto te puede llevar a años de desarrollo de una idea para luego darte un gran palo si no funciona en el mercado tan bien como funcionaba en tu cabeza. Pero aun más importante va a ser muy dificil encontrar financiación presentándote a un banco, socios o inversores sólamente con una idea. Muy distinto es si lo haces con algo lanzado y con un feedback positivo recogido de los clientes.

Esto es algo que ya se aplica en Incubadoras de Negocio desde hace años. En ellas debes presentarte con el producto desarrollado al menos en lo básico (PMV) y lanzado para poder analizar la primera respuesta del mercado. Si los potenciales inversores ven «color» en tu proyecto no dudarán de apostar por él. Yo lo he hecho, he estado presente en dos rondas de inversión con business angels y además he participado en muchos proyectos asesorando a clientes y te puedo asegurar que nadie diestro en negocios apuesta por un proyecto si no hay datos antes. ¡Y cuidado con quien lo haga!

¿Entonces qué es el Producto Mínimo Viable?

Un Producto Mínimo Viable es la versión de un nuevo producto que permite a un equipo obtener la máxima cantidad de aprendizaje validado sobre los clientes, con el menor esfuerzo posible y en el menor tiempo posible.

Un PMV es un producto el cual ha sido desarrollado con suficientes características para satisfacer a los clientes iniciales, y proporcionar feedback para el desarrollo futuro. Un MVP es siempre más económico que desarrollar un producto de forma definitiva, con más características, las cuales aumentan costes y riesgo si el producto falla.

Pero aquí tenemos que centrarnos en su composición, concretamente en la palabra «Mínimo» y «Viable».

Mínimo no significa hacer una chapuza. Yo he visto en una empresa tratar de desarrollar una turbina en un chatarrero, sobre un cubo de metal (como los que utilizan los «sin hogar» en las películas para hacer fuego en la calle) Y eso te aseguro que no es suficiente (por decirlo de forma suave) como el tiempo demostró. Significa centrarnos en lo más importante, en aquello que es la base diferencial, pero habrá que hacer lo que haya que hacer para que sea «Viable«. Y viable significa que sea vendible, que alguien esté dispuesto a pagar por el más de lo planificado que sea su coste de desarrollo. Y en ello influye tanto el producto, como el proceso de hacerlo, de mostrarlo y de moverlo.

En su libro “Lean UX: cómo aplicar los principios Lean a la mejora de la experiencia de usuario”, Jeff Gothelf recomienda establecer tres preguntas para guiar el aprendizaje:

  • ¿Existe una necesidad para la solución que estoy diseñando?
  • ¿Existe valor en la solución y las funciones que estoy ofreciendo?
  • ¿Mi solución es usable?

Una vez respondidas estas preguntas se puede proceder con el Producto Mínimo Viable en base a las siguientes premisas:

Si se busca maximizar el aprendizaje, debes:

  • Ser claro y conciso: Identifica tu propuesta central de valor y preséntala a tus prospectos.
  • Priorizar ideas: Evalúa todas las ideas y no temas desechar ideas temporales o poco factibles.
  • Ser ágil: El ecosistema digital avanza día a día, por lo que debes considerar sistemas de actualizaciones fáciles.
  • Medir el comportamiento: Crea MVPs que permitan observar y analizar el comportamiento de tus usuarios.
  • Utilizar call to actions: Indica al usuario cuál es la acción que debería realizar, esto permitirá medir el interés en el servicio.

Si se busca entregar valor a los clientes, debes:

  • Ser funcional: El PMV debe ser realista sin perder la coherencia con el producto final.
  • Integrar métricas previas: El rendimiento y la performance del MVP deben medirse dentro de los flujos de trabajo existentes.
  • Ser consistente en la organización: El MVP debe estar alineado a las guías de estilo y branding de la marca u empresa, de lo contrario creará reacciones negativas o confusas.

 

¿Te gustaría comprobar tus hipótesis sobre el problema, la solución y el mercado sobre tu producto de forma económica? ¿Quieres obtener mejor feedback de tus usuarios? Entonces el modelo PMV es lo que necesitas.

 

¿Necesitas ayuda y quieres que te asesoremos con tu proyecto?

Contacta conmigo

 

Abrir chat
¿Necesitas ayuda?
Grupo qagencia
Hola
¿En qué podemos ayudarte?